Consumo inteligente
Aire acondicionado
- El aire acondicionado cuenta con una etiqueta de eficiencia energética obligatoria. Cuando compres un aire acondicionado tené en cuenta su etiquetado: clase A o superior permiten un mayor ahorro de energía.
- Aplicando revestimientos aislantes en el techo y las paredes de tu hogar podés ahorrar entre un 15 % y un 20 % en gastos por climatización.
- Es conveniente usar ventanas de doble aislamiento, ya que permiten reducir el gasto de energía para climatizar un ambiente.
- Los colores claros en techos y paredes exteriores reflejan la radiación solar y, por lo tanto, evitan el calentamiento de los espacios interiores.
- Cerrá puertas y ventanas, así se evitará el ingreso de aire del exterior al ambiente climatizado.
- Limpiá periódicamente los filtros del aire acondicionado para evitar pérdidas de energía.
- Mantené climatizado solo los ambientes en uso.
- En muchos casos es posible combatir el calor usando un simple ventilador, cuyo consumo eléctrico es mucho más bajo comparado con el aire acondicionado.
- Es conveniente colocar el aire acondicionado a una altura no mayor a los dos metros.
- Apagá la calefacción por la noche, y por la mañana no encenderla hasta después de haber ventilado el ambiente y haber cerrado las ventanas.
- Colocá burletes en puertas y ventanas. Con esto evitás que se filtre aire frío o caliente del exterior.
- El uso de cortinas, aleros o toldos en las ventanas también ayuda a reducir el gasto de energía para climatizar un ambiente.
- En caso de usar el aire acondicionado por la noche, es conveniente emplear la función sleep (sueño). Esta función modifica levemente la temperatura para que puedas dormir confortablemente y apaga el aire acondicionado luego de un tiempo predefinido para mejorar aún más el ahorro de energía.
Calefacción eléctrica
- Si la calefacción está encendida, mantené las puertas y ventanas cerradas. Las persianas constituyen una protección adicional en ventanas. Cerrarlas cuando baja el sol disminuye las pérdidas de calor.
- Apagá la calefacción por la noche, y por la mañana no encenderla hasta después de haber ventilado el ambiente y haber cerrado las ventanas.
- Para ventilar un ambiente es suficiente con abrir las ventanas entre diez y quince minutos al día y así permitir que no se pierda todo el calor acumulado, lo que evitará una importante pérdida de energía.
- Colocá burletes en puertas y ventanas. Con esto evitás que se filtre aire frío o caliente del exterior.