Consumo inteligente
Heladera
- La heladera cuenta con una etiqueta de eficiencia energética obligatoria. Cuando compres una heladera tené en cuenta su etiquetado: clase A o superior permiten un ahorro de hasta 50 % de energía.
- El consumo eléctrico de la heladera es muy sensible a la temperatura del ambiente que la rodea. Por lo tanto, conviene ubicarla en un lugar fresco y ventilado, alejada de posibles fuentes de calor -como el horno- o de la luz solar directa.
- Dejá unos 15 cm entre la parte trasera de la heladera, la pared y los laterales, de modo que se facilite la ventilación y aumente el rendimiento.
- Limpiá, al menos una vez al año, la parte trasera del aparato.
- Revisá que los burletes de las puertas estén en buenas condiciones. Si están rotos conviene cambiarlos para evitar pérdidas de frío.
- No introduzcas alimentos calientes en la heladera porque se consume más energía para enfriarlos.
- Abrí la heladera solo cuando es necesario. Cada vez que se la abre pierde frío, y para recuperarlo se genera un gasto extra de energía. Las aperturas de puerta representan entre un 5 % y un 10 % del consumo total de la heladera.
- Ajustá su termostato para que no enfríe de más. Cada grado que se reduzca la temperatura aumenta el consumo del equipo en un 5 %.
- Descongelá la heladera regularmente, ya que el hielo y la escarcha actúan como aislantes y dificultan el enfriamiento. Existen los modelos no-frost que evitan la formación de hielo y escarcha en el interior de la heladera y hacen que se consuma menos energía para el enfriamiento.
- Algunos dispositivos adicionales como las máquinas para hacer hielo y los dispensadores de agua aumentan el consumo de energía.
- Si estás por comprar una heladera es recomendable adquirir un equipo del tamaño que mejor se adapte a tus necesidades.