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En artefactos como estufas, calefones, cocinas o lámparas incandescentes, toda la energía necesaria para su funcionamiento se convierte en calor o luz, es decir, en energía activa.
Sin embargo, en otros artefactos como motores, iluminación fluorescente (tubos o dicroicas) y equipos electromecánicos (como lavarropas, heladeras y aires acondicionados), una parte de la energía se transforma en frío, luz, movimiento, etc. (energía activa), mientras que otra parte es necesaria para su propio funcionamiento: esto es lo que se conoce como energía reactiva. Cuanto mayor es el consumo de energía reactiva, menor es el aprovechamiento de la energía recibida.
El factor de potencia es un indicador de este aprovechamiento y puede variar entre 0 y 1. Por ejemplo, si el factor de potencia es 0,80, significa que solo el 80% de la energía suministrada (100%) es energía activa o útil.
Cuando el factor de potencia es menor a 0,95, se evidencia la presencia de artefactos con elevados consumos de energía reactiva. Esto puede ocasionar una excesiva circulación de corriente eléctrica en tus instalaciones y en las redes de edenor, lo que podría causar daños por sobrecargas. Además, estas condiciones pueden provocar fluctuaciones de tensión que afecten el rendimiento y funcionamiento de los artefactos.
Para prevenir estas consecuencias negativas, es fundamental identificar los excesos y corregirlos.
El consumo de energía reactiva se registra mediante el medidor electrónico. Este equipo registra cinco ítems y los muestra en forma secuencial de la siguiente manera:
- Energía activa o útil (primer numerador de la secuencia).
- Potencia máxima demandada (segunda secuencia).
- Acumulador de demanda máxima (tercera).
- Acumulador de puestas a cero de potencia (cuarta).
- Energía reactiva (quinta secuencia).
De esta manera, el display del medidor te permite realizar un autocontrol tanto de la potencia como de la energía activa y reactiva.
En el caso de los suministros residenciales trifásicos, generales y alumbrado público, el cálculo para la determinación del coseno de fi se aplica únicamente a los suministros con un consumo superior a 300 kWh bimestrales.
Si las lecturas registradas por el medidor indican que el coseno de fi es menor a 0,95, se te notificará el valor obtenido en la medición y se te dará un plazo de 60 días para corregirlo. Esta notificación se incluirá en tu factura, junto con el valor de dicho factor.
En caso de que no se compense el factor de potencia dentro del tiempo estipulado, edenor está facultada para aplicar un recargo equivalente a los valores del cargo fijo mensual y variable de la energía consumida, incrementados en un 1,50% por cada centésimo (0,01) o fracción de cinco milésimos (0,005) de variación del coseno de fi con respecto al valor de referencia de 0,95 en los meses en que el cálculo del coseno de fi se encuentre fuera del límite aceptable.
El monto correspondiente a este recargo se detallará en la factura, específicamente en la sección "Detalle - Conceptos eléctricos" bajo la descripción “Recargo por apartamiento en el Cos fi”.
La energía reactiva se compensa mediante capacitores, que al instalarse correctamente y ajustarse a valores adecuados, elevan el factor de potencia a niveles normales.
Si comprás un nuevo artefacto eléctrico o renovás los antiguos, es importante elegir productos de alta calidad y con compensación, lo que reducirá el consumo de energía reactiva.
Recordá que un uso eficiente de la energía no solo reduce costos, sino que también mejora tu bienestar y calidad de vida.